Arquitectura biológica con aplicaciones de la práctica, educación e investigación osteopáticas

Desde su inicio, ha buscado identificar las causas mecánicas de la enfermedad y comprender la relación estructura-función del cuerpo. La investigación llevada a cabo durante los últimos 25 años ha demostrado que los principios arquitectónicos de la tensegridad pueden aplicarse a organismos biológicos (denominados biotensegridad) y que estos principios pueden demostrar la relación estructura-función mecánica en todas las escalas de tamaño en el cuerpo humano. Además, la biotenseguridad a nivel celular permite a la célula detectar mecánicamente su entorno y convertir las señales mecánicas en cambios bioquímicos. Cuando se aplica a los principios de la medicina osteopática, la biotenseguridad proporciona una comprensión conceptual de la organización jerárquica del cuerpo humano y explica la capacidad del cuerpo para adaptarse al cambio. Además, la biotenseguridad explica cómo las fuerzas mecánicas aplicadas durante el tratamiento manipulativo osteopático podrían producir efectos a nivel celular, proporcionando una plataforma para futuras investigaciones sobre los mecanismos de acción del tratamiento manipulativo osteopático.

Una de las muchas contribuciones importantes del artista, matemático e inventor R. Buckminster Fuller a la ciencia fue articular los principios de la arquitectura de la tensegridad3,4. A diferencia de las estructuras típicas hechas por el hombre que se estabilizan mediante fuerzas de compresión gravitatoria, los sistemas de tensegridad se estabilizan continuamente. tensión, con compresión discontinua.3-5 Las aplicaciones de la arquitectura de tensegridad se pueden ver en todo el mundo hoy en día, desde edificios de cúpulas geodésicas6 hasta estructuras desplegables utilizadas por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) para la exploración espacial.7 Pero quizás la más notable aspecto de la arquitectura de tensegridad radica en su aplicación a organismos biológicos.8 La investigación durante los últimos 30 años, encabezada por Donald Ingber, MD, PhD, ha demostrado que las células funcionan como estructuras de tensegridad pretensadas independientes.9-17 Además, las moléculas, 18,19 tejidos, 20,21 órganos (hueso, corazón 22,23 , 24,25 pulmones26-28), e incluso los organismos 22,29-33 se pueden ver como estructuras de tensegridad. Dentro de estos sistemas de tensegridad biológica jerárquica (biotenseguridad), las células pretensadas individuales están preparadas y listas para recibir señales mecánicas y convertirlas en cambios bioquímicos, denominados mecanotransducción.24,34,35 Los principios de tensegridad y la mecanotransducción son ahora de crucial importancia en nuestra comprensión de numerosos procesos biológicos, desde la carcinogénesis36-41 hasta la biología del desarrollo21,24,42,43 y la ingeniería de tejidos.Ver mas..

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