El vértigo cervical se caracteriza por vértigo de la columna cervical. Sin embargo, si el vértigo cervical es una entidad independiente sigue siendo controvertido. En esta revisión narrativa, describimos la ciencia básica y la evidencia clínica del vértigo cervical según la literatura actual. Hasta el momento, hay 4 hipótesis diferentes que explican el vértigo de origen cervical, incluido el vértigo propioceptivo del cuello uterino, el síndrome de Barré-Lieou, el vértigo de la arteria vertebral rotacional y el vértigo cervicogénico asociado a la migraña. El vértigo cervical propioceptivo y el vértigo de la arteria vertebral rotacional han sobrevivido con el tiempo. El síndrome de Barré-Lieou una vez fue desacreditado, pero ha sido resucitado recientemente por una mayor evidencia científica. El diagnóstico depende principalmente de los sentimientos subjetivos de los pacientes, carecen de signos positivos, exámenes de laboratorio específicos y ensayos clínicos, y a menudo se basa en experiencias clínicas limitadas de los médicos. Los trastornos neurológicos, vestibulares y psicosomáticos deben excluirse antes de que los mareos y la inestabilidad en los síndromes de dolor cervical se puedan atribuir a un origen cervical. El tratamiento para el vértigo cervical es desafiante. Se recomienda la terapia manual para el tratamiento del vértigo propioceptivo del cuello uterino. La cirugía cervical anterior y la descompresión percutánea con disco láser son efectivas para los pacientes con espondilosis cervical acompañados con síndrome de Barré-Liéou. En cuanto al vértigo de la arteria vertebral rotatoria, una entidad rara, cuando se identifica el área exacta de la compresión arterial mediante pruebas apropiadas como la angiografía por resonancia magnética (ARM), la angiografía por tomografía computarizada (CTA) o la descompresión digital (DSA) debe ser el tratamiento elegido.