La Escuela de Osteopatía reabre sus consultas
La presencia del Covid-19 ha cambiado la vida de todos los ciudadanos. Para las personas con alguna patología previa, además, el Coronavirus ha supuesto un riesgo añadido, especialmente si se tiene edad avanzada.
El director de la Escuela Universitaria de Osteopatía de la Universidad de Murcia, Pepe Soler, afirma que las personas con problemas osteopáticos no se consideran pacientes de riesgo, ya que solo el 20% de la patología que sufren tiene consecuencias sobre su sistema inmunológico.
A pesar de ello, el confina- miento tanto en los casos de contagio como por prevención, puede tener consecuencias para este tipo de pacientes. “En los pacientes más graves que han pasado la enfermedad y han estado más de 20 días en la UCI, se detectan secuelas de polineuropatías, mialgias o astralgias residuales. Con ese tiempo de inmovilización y tras salvarles la vida han quedado unas secuelas que ahora tenemos que recuperar”, apunta Pepe Soler.
La importancia de la mente Sobre las personas que no vieron tan agravada su situación cuando se contagiaron, el director de la Escuela de Osteopatía afirma que “la mayor consecuencia es su miedo a la muerte, a empeorar y a lo desconocido, lo que puede manifestarse físicamente y provocar daños”.
“Este impacto genera lo que se conoce como `whiplash´, el impacto emocional y químico del cuerpo ante el miedo a la muerte. El sistema nervioso de la gente que lo sufre guarda este impacto que genera una super protección que provoca, a su vez, un endurecimiento o rigidez en la zona lumbar o cervical”, afirma Pepe Soler.
Por otra parte, las personas que no tuvieron problemas osteopáticos cuando empezó el confinamiento han podido desarrollarlos posteriormente e incluso pueden aparecer en el futuro pasado un tiempo. Además de los daños físicos por la falta de actividad y el mencionado endurecimiento por el miedo que también puede aparecer en personas sanas, es posible que surjan en algunas personas desequilibrios de tipo psicosomático. “Son alteraciones psíquicas que se alojan en el cuerpo, y si no se han tratado en su momento, pasado un tiempo puede reflejarse en alteraciones físicas”, apunta Pepe Soler.
Por todo ello, en la Escuela de Osteopatía ya se han retomado las consultas tanto para los pacientes que ya tenían cita como para las personas que sufren las consecuencias de Covid-19.