Pasos de la exploración física
1-Inspección Visual
Antes de tocar al paciente, el terapeuta debe observar la zona que va a explorar, en busca de indicios de traumatismos, infecciones, anomalías, asimetrías notables, lecciones cutáneas o variaciones anatómicas. El paciente debe estar en posición cómoda en esta etapa de exploración el terapeuta debe concentrarse en buscar alteraciones o respuestas neurovegetativas asociadas a una disfunción somática.
2-Temperatura
La temperatura se explora con la cara palmar de la muñeca o con la porción dorsal de la eminencia hipotenar. Para ello, el terapeuta coloca las muñecas o las manos en varios centímetros por encima de la zona que va a explorar, y usa ambas manos para valorar la temperatura de las zonas paravertebrales de ambos lados de manera simultanea. Cuando resulta imposible determinar el estado térmico de la zona, el terapeuta puede tocar ligeramente otra parte del cuerpo del paciente usando la parte apropiada de la mano con la que ha realizado la palpación.
3-Topografía y textura de la piel
Se aplica un toque muy leve. La aplicación de una presión leve usando la superficie palmar de las yemas de los dedos garantiza que al deslizar los pulpejos de los dedos por la piel no se tire de ella.
Al explorar la topografia y textura de la piel, se busca la presencia de un aumento o una disminución de la humedad, un exceso de secreción de grasa, engrosamiento, aspereza, entre otros.
4-Fascia
El terapeuta aumenta la presión solo lo necesario para desplazar la piel con la mano y explorar la fascia. El terapeuta tira muy suavemente de la piel con la mano y la desplaza en dirección cefálica, caudal, hacia la izquierda, hacia la derecha y en sentido de horario y antihorario para explorar el grado de movilidad y de tensión que determinan la restricción o la libertad de movimientos del tejido.