Es bien sabido que el mejor consejo que el paciente va a recibir es el de intentar estar lo más inmóvil posible cuando se tiene un problema de disco. Sin embargo, cada reacción de cada paciente es diferente, y es muy buena una aproximación osteopática individual y personalizada, que puede ser de valor incalculable en las primeras etapas de la hernia discal.
El enfoque de la osteopatía en hernia discal consiste en la evaluación de la columna vertebral en su conjunto y en intentar establecer el motivo por el cual ese disco en particular se ha convertido en sintomático.
Las razones pueden ser múltiples: puede que el disco haya sufrido un trauma o golpe, puede ser degenerativo o hay algo particular en la anatomía o posturas del paciente que se han resentido en una tensión indebida de ese disco concreto.
En la fase aguda, el tratamiento osteopático puede aliviar el espasmo protector alrededor del disco sintomático y mejorar la función mecánica de la columna vertebral.
La ayuda y gestión que el osteópata profesional puede realizar son muy importantes.
Es cierto que los analgésicos y antiinflamatorios pueden ser útiles, pero a la larga el entendimiento de cómo un problema se desarrolla en primer lugar es la clave para conocer cómo tratar la condición y cómo evitar que vuela a suceder en un futuro.