A pesar de la plétora de literatura que describe los 12 pares tradicionales de pares craneales, se ha publicado muy poco sobre el nervio aparentemente inocuo conocido como nervus terminalis, comúnmente denominado nervio terminal, nervio nulla (n), nervio craneal cero «0» y nervio craneal XIII. Sin embargo, este nervio ha sido identificado en numerosas especies de invertebrados y vertebrados, incluidos los humanos durante más de un siglo. Curiosamente, esta estructura no se reconoce en la literatura médica, especialmente porque la mayoría de los libros de anatomía y medicina han pasado por alto su existencia a pesar de que se ha identificado en los cerebros humanos desde 1914. Desde entonces, un amplio repertorio de estudios ha descrito su embriología, histología, neurofisiología y su importancia clínica. Los estudios en cerebros y fetos adultos han mostrado embriológicamente sus fibras y las del órgano vomeronasal independiente del nervio olfatorio, ya en la etapa 17 y 18. A finales de la década de 1980, se la llamó «nervio craneal 0» (CN0) por su posición rostral a los 12 nervios craneales oficiales. Las neuronas CN0 están asociadas con la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), lo que sugiere un papel potencial en el control de las funciones y comportamientos reproductivos humanos. Se ha especulado que desempeña un papel en la percepción inconsciente de oloresrantes especiales que influyen en los sistemas hormonales autónomos y reproductivos a través del omnipresente eje hipotalámico-pituitario-gonadal (HPG). Además, la literatura apunta a un posible papel que detecta las feromonas para la selección del compañero, así como la neuromodulación de las funciones reproductivas. Los investigadores plantean la hipótesis de que la CN0 puede desencadenar respuestas hormonales, independientemente o junto con otros circuitos neuroanatómicos, como la red neuronal kisspeptina. En las mujeres, estas células se localizan principalmente en el área preóptica y las regiones infundibulares del hipotálamo, presentando un rasgo sexualmente dimórfico fascinante que puede tener importantes consideraciones clínicas. Por lo tanto, la presencia de CN0 es relevante para la medicina desde una miríada de perspectivas clínicas diferentes.
En los humanos, así como en una amplia gama de otras especies, la fisiología de las hormonas reproductivas está bajo el control regulatorio del eje HPG, y la GnRH juega un papel fundamental. Este último se libera del hipotálamo después de la inducción neuronal apropiada. Una vez que GnRH se libera de las neuronas hipotalámicas, potencia la síntesis y libera gonadotropinas, un subconjunto de hormonas conocidas como hormona luteinizante (LH) y hormona foliculoestimulante (FSH) de la adenohipófisis. Que a su vez regulan la producción y secreción de las hormonas esteroides sexuales (por ejemplo, estrógenos, testosterona) que en última instancia controlarán los comportamientos sexuales que rigen la biología de nuestra reproducción. El patrón de migración embriológica de las células GnRH y su asociación directa a CN0 sugiere un papel potencial en el desarrollo del eje HPG en humanos. Además, se ha sugerido que este nervio puede tener implicaciones neuromoduladoras a través de GnRH y los vasos sanguíneos y glándulas de la mucosa nasal, que podrían ejercer funciones reguladoras de los comportamientos sexuales humanos. Ver mas..