Jack Italiano, III, DO, RT (R)Universidad de Florida, Gainesville, FL, Adam Bitterman, DONorthwell Health, Great Neck, Nueva York. VOL. 13 NO. 4 (2021): JULIO / AGOSTO 2021
El dolor de talón es una queja común de los pacientes que buscan atención profesional. Debido a la compleja anatomía del pie, la identificación y el manejo adecuado pueden ser un desafío y, por lo tanto, prolongar la atención. El presente artículo revisa la estructura anatómica, la evaluación clínica, los diagnósticos diferenciales y el tratamiento diverso con un abordaje osteopático que rodea el pie y el tobillo.
- Pasar mucho tiempo de pie.
- Alteraciones en el arco del pie (plano o cavo).
- Retracción del tendón de Aquiles.
- Pronación excesiva.
- Flexión dorsal del tobillo limitada.
- Debilidad de la musculatura del pie y de la planta del pie.
- Sobrecarga por actividad física o deportiva: por correr largas distancias (o acumular entrenamientos), especialmente en terrenos con pendientes pronunciadas o superficies desiguales. Utilizar un calzado inadecuado, con demasiada amortiguación o una sujeción deficiente del arco plantar o del talón, puede tener las mismas consecuencias.
- Estiramientos no adecuados o ausencia de estiramientos.
- Calzado inadecuado o defectuoso.
- Enfermedades concomitantes (artritis, diabetes, gota…).
- Nutrición inadecuada.
- Factores genéticos.
- Exceso de peso.
- Debilidad del sóleo. Es un músculo situado por debajo del gemelo y se encarga de la flexión de la planta del pie. Si está débil, el paciente intenta suplirlo modificando el paso y pudiendo provocar así otro tipo de lesiones.
- Edad: conforme envejecemos la fascia plantar va perdiendo elasticidad. Además la musculatura que participa en el movimiento del tobillo y pie también va perdiendo su fuerza, y la capacidad de regeneración disminuye. Incluso la capa de grasa presente en el talón también disminuye y deja de amortiguar gran parte del impacto recibido por el pie, favoreciendo la aparición de lesiones en la fascia.
- Espolón calcáneo: Es un crecimiento anómalo de hueso con forma de pico de pato en la zona donde la fascia se al calcáneo. Suele producirse debido a una tracción repetitiva de la musculatura de la planta del pie, pero no siempre va asociado a la fascitis plantar.
El tratamiento es relativamente simple y bastante efectivo. Se debe mantener el tratamiento hasta la remisión del dolor, ya que el problema puede tardar varios meses en resolverse. Las dos medidas principales son la aplicación de maniobras antiinflamatorias y la recomendación de ejercicios de estiramiento para el talón.
El Osteópata revisará tu postura, así como las cadenas musculares y fasciales que hayan podido favorecer la lesión o que se ven afectadas debido a la lesión. En algunos casos es necesario realizar técnicas de manipulación para restablecer el movimiento articular.
En ocasiones, es recomendable el uso de taloneras o zapatos con un talón ligeramente elevado, ya que reduce la tensión sobre la fascia. Lee mas