Se recomienda acudir al osteópata cuando el bebé se encuentra a menudo irritado, llora excesivamente y no mantiene et contacto ocular. La osteopatía le ayuda a superar traumas emocionales que a veces están relacionados con experiencias vividas por la madre durante el embarazo o el parto.
Las dificultades para hablar o tragar se resuelven actuando especialmente sobre el nervio glosofaríngeo. Una mala succión puede resolverse al calmar el nervio hipógloso. Los cólicos, el estreñimiento y otros problemas de digestión como regurgitaciones, vómitos y gases se tratan con técnicas que eliminan la irritación del nervio vago.
La salud general del bebé resulta fortalecida.