¿Los osteópatas de vuestra escuela trabajan “Craneosacral”?

Hace unos días me encontraba en la Escuela Universitaria de Osteopatía de la Universidad de Murcia impartiendo uno de los seminarios del Máster Oficial de Osteopatía, cuando escuché en la secretaría a un paciente preguntando si los osteópatas de nuestra escuela trabajan “craneosacral”. Esta misma pregunta me la han hecho muchas veces los pacientes antes de acudir a mi consulta, y me hizo reflexionar sobre lo desconocida que es aún la osteopatía, incluso entre los profesionales de la salud, y que una parte de nuestra labor docente incluye el darla a conocer.

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Uno de los principios sobre los que se basa la osteopatía es el de GLOBALIDAD. La osteopatía entiende, diagnostica y trata a los pacientes en todas sus esferas,  es decir contempla el plano físico, mental y emocional ya que todo lo que le sucede afecta la integridad del individuo. El plano físico, a través del que se accede, tiene a su vez una gran complejidad, y todas las estructuras están anatómicamente y funcionalmente conectadas y son interdependientes. Así, el sistema osteoarticular, miofascial, visceral y nervioso deben ser conocidos en profundidad y es necesario disponer de técnicas adecuadas para trabajar en cada uno de ellos.

El trabajo craneosacral, que implica estructuras óseas, membranas de tensión reciproca (meninges), líquido cefalorraquídeo y las propias estructuras nerviosas, es una parte fundamental de la formación de un osteópata por la importancia y  trascendencia de este sistema.  Las lesiones o bloqueos  a este nivel  perturban en mayor o menor medida la salud e impiden la eficacia de los mecanismos de auto regulación. Si bien es cierto que a través  de este sistema se accede a otros, en la mayoría de los casos no podremos tratar de forma global a un paciente si no dominamos técnicas que nos permitan abordar de forma directa disfunciones a otros niveles.  Es decir un osteópata correctamente cualificado debe ser capaz de tratar un paciente utilizando técnicas craneosacrales, estructurales, viscerales, faciales, y biodinámicas, según las necesidades del paciente en cada circunstancia.

Según la filosofía de nuestra escuela, y las normas europeas que definen la profesión, alguien que sólo hace craneosacral no es un osteópata, ni tampoco lo es si no domina ésta y las otras esferas del individuo. Por esto la formación que impartimos incluye conocimientos profundos de ciencias fundamentales (anatomía, fisiología, patología semiología, radiología, psicología, bioestadística y técnicas de investigación), y la formación específica en osteopatía a nivel craneal, visceral, estructural (osteoarticular y miofascial), biodinámica y somato-emocional.

Profesora de osteopatía en la Escuela Universitaria de Osteopatía de la Universidad de Murcia.

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